Tintero de plata
Foi ontem. Procedendo a um arrumo de alguns papéis, tropecei
neste “cuento” de autor que desconheço (perdoe-se-me a ignorância), mas que
guardei carinhosa e premonitoriamente e que me tinha sido enviado por meu pai,
numa altura em que pelos 15 anos eu já deambulava pela “metrópole” para estudar.
E vamos ao cuento:
"Con propósitos severos,
en bien de la religión,
hallábanse en reunión
diferentes caballeros.
Uno era subintendente,
otro dueño de una tienda,
otro ministro de Hacienda
y así sucesivamente.
en bien de la religión,
hallábanse en reunión
diferentes caballeros.
Uno era subintendente,
otro dueño de una tienda,
otro ministro de Hacienda
y así sucesivamente.
— Hay que contener la
cosa con toda severidad,
por que cunde la impiedad
de una manera espantosa.
Esto dijo el más anciano que era sastre
—Viva el clero!
por que cunde la impiedad
de una manera espantosa.
Esto dijo el más anciano que era sastre
—Viva el clero!
— Viva!—repitió un casero
— Viva! — gritó un
escribano.
Y mientras la gente pía
se emociona y se arrebata,
falta el tintero de plata
que estaba en la escribanía.
se emociona y se arrebata,
falta el tintero de plata
que estaba en la escribanía.
— Señores—dijo
altanero
uno de los más fogosos,
— todos sois muy religiosos,
pero aquí falta un tintero.
Y como á nadie convenga
saber quien el caco fué,
yo la luz apagaré
y sáquelo quien lo tenga...
Sopló, por la sacristía
tendióse el negro capuz,
y cuando encendió la luz...
faltaba la escribanía!".
uno de los más fogosos,
— todos sois muy religiosos,
pero aquí falta un tintero.
Y como á nadie convenga
saber quien el caco fué,
yo la luz apagaré
y sáquelo quien lo tenga...
Sopló, por la sacristía
tendióse el negro capuz,
y cuando encendió la luz...
faltaba la escribanía!".
Coisa simples, de humor afinado e que parece ter feito
escola ao longo de algumas décadas. Fazendo alguns ajustes necessários, tudo hoje se
passa da mesma forma. Os mesmos “Vivas”, a o mesmo fervor de claque, agora em
sistema de vasos comunicantes. Também o tintero de plata se transformou em
negociatas de milhões. E também o “apaga a luz e acende” possibilita que de
cada vez que é feito falte sempre qualquer coisa mais. De referir também que hoje pretende-se apagões, mas que permaneçam apagados para que "à nadie convenga saber quien el caco fué", como na CGD. Ou seja, há um claro aggiornamento da coisa. Sinal dos tempos e dos tinteiros que são, hoje, muito mais valiosos.
Não sei se no “cuento” alguém foi preso. Se não foi, então
acho que neste articular, nada mudou. Porque continua a ninguém ir preso. Um ou outro, para
disfarçar e mesmos esses ainda estamos para ver o que sai dali.
Nota: Numa pesquiza não muito fácil consegui finalmente encontrar
este “cuento” na hemeroteca municipal de Santa Cruz de Tenerife.
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Etiquetas: mudam as moscas...
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